Temas y plataforma

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Escasez de profesores

Es hora de dejar de maltratar a nuestros profesores.

Durante décadas, los profesores han abandonado el campo en masa, y la pandemia de COVID-19 no ha hecho más que agravar el problema. La inflación se dispara y el distrito sigue rechazando los ajustes estándar del coste de la vida, pero sigue aumentando el número de alumnos por aula. Los profesores ya soportan salarios bajos por un trabajo que les consume la vida, horas no remuneradas fuera del aula y gastos de bolsillo para ofrecer a sus alumnos un entorno de aprendizaje atractivo. Negar los ajustes salariales justos es inaceptable y no puede continuar.

Si queremos que nuestros alumnos tengan una educación de primera clase, no sólo tenemos que retener a nuestros mejores profesores, sino atraer a educadores con talento. Nuestros profesores deben recibir los salarios, las prestaciones y el apoyo administrativo que les permitan no sólo sobrevivir, sino prosperar. Debemos incorporar de forma proactiva los ajustes del coste de la vida en las escalas salariales de nuestros educadores, en lugar de obligar a nuestros profesores a la indigna posición de luchar y mendigar para poder permitirse seguir manteniendo a nuestros hijos.

Contra el acoso escolar

Integrar el aprendizaje socio-emocional en el aula

La cultura de la violencia y el acoso entre nuestros estudiantes ha sacudido nuestro distrito, y la disciplina punitiva no aborda las raíces del problema. Es hora de adoptar un nuevo enfoque.

Incorporar el aprendizaje socio-emocional en el aula es el primer paso para desarrollar una cultura más saludable entre nuestros alumnos. Proporcionar las herramientas necesarias para participar con empatía y expresar las necesidades emocionales previene los malentendidos, permite a los estudiantes darse espacio para resolverlos y enseña que nuestras diferencias deben ser celebradas.

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El camino de la escuela a la cárcel

Practicar la justicia reparadora y la intervención temprana

Nuestros hijos están en la escuela para aprender, y aprender a participar de forma significativa en el mundo forma parte de ese proceso. Cuando sacamos a los alumnos de un entorno de aprendizaje, eliminamos las oportunidades de crecimiento. Cuando incorporamos la vigilancia en nuestras escuelas, criminalizamos a los niños antes de que hayan tenido la oportunidad de aprender a autogestionarse. No podemos construir una comunidad próspera cuando su propio futuro -nuestros hijos- es tratado como delincuente.

En un distrito en el que los estudiantes negros ya se enfrentan de forma desproporcionada a la suspensión, tenemos la responsabilidad de detener el conducto de la escuela a la prisión en su boca. Nuestros niños necesitan un apoyo basado en soluciones y en prácticas de justicia restaurativa para no sólo reparar el daño pasado, sino para prevenir el daño futuro.

Colaboración

Hacer participar y elevar las voces de la comunidad

Los funcionarios elegidos son representantes de la comunidad, y el consejo escolar no puede hacer su trabajo de forma eficaz cuando la comunidad está excluida, mal informada y excluida de la conversación. Debemos instituir procedimientos parlamentarios (normas de reunión) que no sólo fomenten la participación de la comunidad, sino que garanticen que tanto el consejo como la comunidad estén plenamente informados (¡sin reuniones que se prolonguen hasta altas horas de la noche!).

La Junta Directiva de AESD debe ser un socio de la comunidad, y necesitamos más que visitas al campus - a través de cafecitos, sesiones de escucha de la comunidad, y recordatorios regulares de las próximas reuniones de la junta, haremos que la Junta Directiva de AESD sea más representativa de nuestras familias, niños y maestros.

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